jueves, 28 de junio de 2012

¿Es fácil implantar un ERP?

Los sistemas de Planificación de Recursos Empresariales, o ERP (por sus siglas en inglés, Enterprise Resource Planning) son Sistemas de Información Gerenciales que integran y manejan muchos de los negocios asociados con las operaciones de producción y de los aspectos de distribución de una compañía en la producción de bienes o servicios.



La empresa Gastón y Daniela fue fundada en 1876 por Gastón Poirier y Daniela Bolívar, en la calle Tendería número 30, en pleno centro de Bilbao, donde se abrió el primer establecimiento.




Hasta el año 1982 no se incorporó el primer ordenador, de la compañía Nixdorf. Una parte estaba compuesta por un paquete estándar de contabilidad adquirido a la misma empresa, mientras que otra fue desarrollada internamente como solución a la parte de logística.
Debido a la necesidad de un cambio en los sistemas que se estaban llevando hasta el momento, surgió la necesidad de integrar todos los procesos (financieros, logísticos y comerciales) de modo que su gestión fuera más cómoda y se pudiera intervenir en el control de muchas actividades de negocios, con lo que se decidió implantar un ERP.
Como no puede ser de otra forma este nuevo modelo de gestión originó una fuerte resistencia al cambio, que supuso un consiguiente rechazo por parte de muchos de los trabajadores.

En cualquier caso, es innegable que cualquier cambio trae consigo aspectos positivos y negativos.
En cuanto a los puntos positivos se podría destacar los siguientes:

a) Se contaba con la implicación y el compromiso de la alta dirección de la compañia para ejecutar este proyecto, lo que supone un buen punto partida para el éxito del proyecto. Además, esta implicación era vital para transmitir las nuevas necesidades y dar ejemplo a sus subordinados.

b) El cambio se realizó con antelación debido a la detección de la necesidad de un cambio tecnológico. Para ello se procedió a formar un comité informático, compuesto por el consejero delegado de la compañía y los directores de los distintos departamentos.
En el horizonte se planteaban la resolución de cuatro grandes necesidades:
- El cambio informático
- Las ventajas que conllevaría la nueva implantación
- La elección de la marca proveedora

c) Una vez seleccionado el ERP, se procdió a elegir el proveedor tecnológico, se formaron los equipos humanos adecuados que lanzarían el proyecto.

Por su parte, también se encontraron puntos no tan positivos o mejorables:

a) Se gestionó mal el proceso del cambio no formando al personal de una forma adecuada. Estos cambios siempre son traumaticos ya que el personal es reacio a las novedades tecnológicas y máxime cuando la formación que reciben es insuficiente.

b) La planificación del trasvase de la información no fue la más adecuada. La migración de todos los datos no facilitó para nada que la implantación del ERP fuera más sencilla.

c) Tantos los trabajadores de la compañía que no presentaban gran interés por cambio como la empresa encargada de la implantación que fue capaz de comunicar y trnasmitir la importancia y la utlidad de un cambio de este estilo hizo de freno en la fase de la implantación.

Es cierto que un sistema de este tipo resulta muy útil o en ocasiones imprescindible, pero lo que queda de manifiesto tras los puntos analizados es que la implantación de un ERP no es para nada sencillo y que puede conllevar muchos problemas en la organización de la empresa.